19 NOVIEMBRE-SEGUNDA PARTE, CURRI DE FONDO

Sigue la jornada del sábado después de pasar un buen rato con las melvas. Llegamos al punto de inicio y largamos la línea de la caña de curri de fondo, esta vez elegimos una Maria Chase Minnow de color blanco y cabeza roja para empezar. No pasan ni un minuto que ya tenemos la primera picada, aún no habíamos ni llegado a la primera piedra, con lo que nos indica que difícilmente se trate de un dentón y quedando demostrado en la lucha que no lo era acabó saliendo un buen ejemplar de bonito. La cosa empezaba bien, pero no fue así, pasó un rato sin picada alguna con lo que decidimos cambiar de señuelos.

Era el momento de dar oportunidad a los señuelos Duraflot, capaces de sacar peces en las condiciones más difíciles.

Decidimos alternar la Salmon de 12 cm. color lisa y la Minnow de 13 cm. color dorado según la profundidad de la zona y el color del agua, ya que había zonas mucho mas tomadas que otras.

La elección pareció ser acertada, ya que volvieron las picadas y con ellas las capturas. Pasando al final una mañana muy entretenida.

Salio un dentón, esté picó en un fondo de 30 metros, lo cual nos indica que estaba bastante apartado del fondo, ya que en ese momento el señuelo pasaba a unos 20 metros de profundidad, seguramente iba tras algún banco de minitalla.

También dieron la cara un par de bonitos mas, con lo que al final computamos un total de 3 bonitos capturados y de tres bonitos que volvieron al agua de nuevo.



Este es uno de los tres bonitos que salieron, ya de un tamaño respetable.

Tambíen salieron algunas capturas más de pequeño tamaño, tales como un bonito pargo y algunas obladas.

Pargo, de pequeño tamaño pero preciosos colores.

Fue un día con mucha corriente, muy poco normal en nuestra zona, al menos de la intensidad que tenia ese sábado. Este hecho complicaba un poco la elección de la velocidad de curri, ya que con rumbo sur la embarcación navegaba a un mínimo de 4 nudos y dirección norte no llegaba a los 2. Cuando navegábamos rumbo sur no havia nada que hacer ya que nos limitábamos a ir a la velocidad mínima, pero al ir en dirección opuesta había que decidir a que velocidad navegar. La velocidad mas efectiva resultó ser la de entre 2,5 y 3 nudos, un poco inferior a la que vamos normalmente. A esta velocidad los señuelos con la ayuda de la corriente ya navegaban de forma óptima y de esta forma el plomo conseguía profundizar un poco más que si hubiéramos ido a 3,5 nudos. La duda mayor que se presenta en estos casos es que todo lo pensamos según lo que observamos en superficie, pero, ¿y si en el fondo no hay la misma corriente? supongo que lo tendremos que dejar a la mano de nuestra intuición.