Así quedan resumidas las dos últimas jornadas, una serviola para cada día.
La primera jornada estuvo marcada por fuerte viento del norte, y apenas pudimos pescar una horita en el momento que el viento bajó un poco su intensidad.
La deriva era muy elevada, superando el nudo y medio de velocidad, lo que hacía que la pesca fuera un poco complicada.
Conseguimos una única picada, fue a la caña de mi padre, en la que motaba un Daiwa Pirates. Bonita pelea y foto de una serviola que fue devuelta de inmediato al agua.
Serviola de mi padre con el Daiwa Pirates. |
En la segunda jornada ya con buen tiempo, empezamos con el jigging en zonas profundas, pero sin buenos resultados, algunas gallintas y nada más. Así iba evolucionando la jornada sin la ansiada picada, así que decidimos cambiar de zona para pescar en menos profundidad, y esta vez , ya casi a los últimos lances de la jornada tuve la suerte de sacar una buena serviola que con el equipo de jigging ligero fue una gozada.
Serviola capturada con el Daiwa Pirates |
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